Parece ser que desde 1988, ¡y ya ha llovido!, el día 30 de noviembre ha sido declarado 'Día Internacional de la Seguridad de la Información'. El objetivo, entre otros, es concienciar sobre la importancia de la seguridad de la información y de los sistemas y entornos que operan con ella.
Pues nada... ¡Feliz día de la seguridad informática! Y que todos sigamos contribuyendo activamente con este invento del incremento del nivel de seguridad en la Red.
Aquí tenéis el póster del 2007, 2008, 2009 y el calendario para el 2010.
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Muy buen recordatorio...
ResponderEliminarDe hecho, uno de los problemas fundamentales con el que nos enfrentamos los que trabajamos con la Web 2.0 es la protección de los datos, más si en el proceso involucramos a menores de edad.
Tened cuidado porque muchos de los servicios que utilizamos normalmente (empezando por blogger) exigen que el usuario sea mayor de 18 años, o tener autorización en su lugar...
Luis Soldevila y un servidor hemos estado pensando mucho en estos temas, recogiéndolos bajo el nombre de "El dilema de la apertura":
http://www.slideshare.net/dvidal/el-dilema-de-la-apertura-mm09key"
¿Cómo véis este tema vosotros?
Sí, la cosa no es fácil...
ResponderEliminarEn nuestro país, según creo, ya tenemos una Ley orgánica de protección de datos... Digo creo, porque muchas entidades o empresas hacen caso omiso, o una lectura muy particular, de la misma.
Y cierto es que si además están involucrados menores, pues la cosa aún es más compleja y debemos andar con pies de plomo.
Por otro lado, supongo que en el aula habrá que tener claro qué material entrega el alumno y para qué fines se ha solicitado, la plataforma en la que se cuelga... Pues como expones en tu presentación 'El dilema de la apertura', no es lo mismo el material utilizado en un curso cerrado, en la plataforma Moodle por ejemplo, que lo reflejado en un blog público y abierto al mundo (tipo Blogger). ¡Y no te digo nada si además aparecen fotografías y vídeos en los que están los alumnos!
Otra cosa distinta es si hablamos de piratas directos (que a través de artimañas varias intentan acceder a nuestro equipo informático) o indirectos (escondidos al acecho detrás de herramientas de la Red). No olvidemos las redes sociales, que ofrecen algunos beneficios en lo referente a la educación, el conocimiento y a la forma de conexión entre personas, y a las que cada vez más jóvenes están teniendo acceso. Pero en las que muchos usuarios, sin enterarse, están siendo objeto de una serie de amenazas o riesgos cuando comparten y difunden a los cuatro vientos la información personal, las fotografías de familiares o amigos...
La verdad es que el tema es arduo y complejo. Daría para varias mesas redondas interesantes. Y si en estas mesas hay un vasito de vino y un plato de jamón, pues mucho mejor.